El ser humano tiene a su disposición los sentidos, como medio de lograr que llegue a su sistema neuronal, la información que nos permite elaborar una fotografía global de nuestro entorno.  En concreto, la vista, es el que primordialmente utilizamos, hasta el punto que aquello que no vemos, para la mayoría de nosotros, no existe.

Este sentido tan maravilloso, en este plano de realidad en el que vivimos, ha inhabilitado nuestro principal centro de sensaciones e información, que es el corazón, pues realmente es a través del mismo  (una vez lo descubrimos de nuevo) donde se recibe toda la información cuántica, mediante la utilización de las ondas de energía que se mueven en todo el Universo. Con la meditación, se descubre, las capacidades del órgano Rey, ya que la misma, nos lleva a eliminar todos sentidos, llegando al centro de la energía, y volviendo a la esencia de nuestro ser, motor de conexión con el universo.

Se que muchos que leerán este artículo, y determinarán que estoy loco «como voy a dejar de utilizar mis ojos, y no confiar en el a la hora de distinguir la realidad hacia mi y con respecto a los demás».

Es cierto, no tiene lógica, yo también pensaba lo mismo, al igual que todos los que veis en este vídeo, haciendo la representación del Belén, todos coincidían como vosotros, aunque si bien, como ellos, les ocurre en este momento mágico del vídeo, si por solo un instante, en este día tan especial de Noche Buena y Navidad, si cerráis los ojos, en ese estallido de Felicidad, y os conectáis con vuestro corazón, os daréis cuenta que a través del mismo, estáis unidos con todo, y que si, esa vibración, hacéis que se multiplique todos los días, acaberéis en el camino universal de la Alegría y Abundancía, porque a partir de ese momento, toda tú existencia sera una Preciosa Navidad.

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