Seguro que en muchos momentos de tu vida, te haces una pregunta ¿que he venido a hacer a este Mundo?, quizás te encuentras desorientada, sin objetivo, triste, o más bien depresiva.
El primer aprendizaje que debemos tener en cuenta es que, cuando ocurre algo en la vida que nos hunde y nos ahoga, no es un mal instante, simplemente, es una parada que nos debe llevar a la reflexión, porque de esa terrible situación, una vez la asumimos y admitimos que es algo necesario para nuestro desarrollo personal, logramos encontrar un camino, que hasta ese preciso milagro, no veíamos o no encontrabamos a pesar de que lo teníamos delante.
Es muy importante, que cuando esto ocurra, realices tu meditación diaria, porque la conexión universal logrará darte la información necesaria, para resolver el problema con una satisfacción impresionante pero a su vez sencilla y equilibrada para el momento que te encuentras.
Ante el problema solo quedan dos soluciones, te hundes y te encierras en ti mismo, lamiendo tus heridas, o bien, decides que nada ni nadie puede contigo, y como en el vídeo que te adjunto, cierras los ojos, y arremete con fuerza, dando todo tú corazón, no lo dudes, te aseguro que si tomas está segunda opción, LOGRARAS AQUELLO QUE TE PROPONGAS, PORQUE EL LÍMITE LO PONES TÚ QUERIDA AMIGA.
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