Dios te la mando cuando ya no veía el camino, cansada, engañada, incapaz de andar, sola y sin ganas de vivir, no sabías por qué ella llego a ti; pensastes, ¿ cómo le puede ayudar si solo soy un alma que también estuvo perdida y que necesito también ayuda?, si bien esa pregunta, encerraba en sí misma la respuesta, «te mande a quien te ayudo, ahora te encomiendo que ayudes».
Una onda de energía que te toca y te hace vibrar, y que cuando tú tocas, aunque solo sea con el pensamiento, se traslada como de la Fuente Universal, intacta, única, infinita, y que es capa de mutar, lo malo en bueno, lo infeliz en feliz, lo insano en sano, nunca te preguntes por qué, así funciona, sin duda alguna.
Hoy me toca dejar volar a otro Ser Universal que va a ayudar a muchas almas, estás preparado, has aprendido todo lo que yo sé, habiendo superado los límites de mis capacidades, con lo que toca con tu Energía Divina, a quien Dios te ponga en el camino, pues tu corazón con su vibración, hará que de nuevo suenen las dulces almas de la vida…
«sanastes, ahora sana»