¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS DIOS MIO!

En una sociedad donde todo nos invita a vivir por y para lo material, es difícil sustraer tu ser interior, para que no sucumba a alguna de las llamadas de sirena que nos inundan todos los días. Nos movemos por impulsos de compra; embargamos nuestras vidas y la Felicidad que estamos buscando, por un coche, una vivienda, un viaje, un negocio, o simplemente una joya. Creemos que la satisfacción de decir ¡lo he conseguido! es la verdadera felicidad, y son los años, lo que te demuestran, que aquello para lo que invertistes tanto tiempo, era algo pasajero y que ahora mismo, lo tienes abandonado en un rincón de tu vida.

Con el tiempo, lo que realmente te da la vida, son todas aquellas personas, que sin tener relación alguna, ya sea familiar o social, de repente, aparecen en tu vida, para darte la Luz, para iluminar tu esperanza, y sobre todo, para decirte, ¡QUIERETE Y NO ESTAS SOLA O SOLO EN LOS MOMENTOS COMPLICADOS!.

Está siendo un año, donde parece que Dios, en su infinita sabiduría ha decidido soltarme gotas de Felicidad infinita, que por mi edad, las saboreo como si fuera lo último que voy a sentir en mi vida, en esta dimensión por la que estamos de paso. Y todo ello, lo he logrado, cuando me quede vacío y mi vida la llenaron las palabras de PAQUI, JACKY, ANTONIO, MANUEL, ALESSANDRO, WAYNE, y un largo etc, que nunca imagine el regalo que me estaban dando, y lo que eso, iba a provocar en mi camino de crecimiento personal.

Siempre les estaré eternamente agradecido, no por el bien que me hacen todos los días, aunque no nos veamos o no nos hablemos, sino por la preciosa Energía que desprende mi corazón, cada vez que pienso en ellas o ellos, y las semillas que desperdigaron por este Mundo para que muchas más bellas personas se unieran a este ritmo universal, que está provocando el cambio de paradigma y que serán nuestros descendientes los que lograran un paraíso sin igual.

Ya se lo decía el padre de Indiana en la película, «es un salto de fe», de ti depende darlo o no, para encontrar el Grial, que está en tu corazón».

¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS A DIOS POR HABERLOS PUESTO EN MI CAMINO.