Da igual la hora, da igual el día, da igual el momento, seguro que no es la primera vez que te notas acelerada, que ves que los acontecimientos se precipitan a tu alrededor, sin modo ni concierto. El desorden aparece en tu vida, sin motivo alguno, cuando todo parecía en calma desde hace tiempo.

Es cierto que para las que están conectadas hace tiempo, y viven el presente, como única forma de desarrollo diario, cada vez, estas situaciones, son más puntuales; si bien cuando se dan, los picos de ansiedad ante los que te enfrentas, son muy altos, produciendo una desazón que desborda la fortaleza de tu corazón.

Puedo deberse a varias circunstancias, falta de sueño por el exceso de trabajo, una deficiente o incorrecta nutrición, necesidad de dedicarte unos días a tu persona, pueden ser 3 de las más importantes causas.

Pues bien, el mindfulness o plena consciencia , es algo que debe realizarse todos los días, sin excusa, para evitar que todo esto que te he descrito se produzca.

Es un buen momento para detener tu vida, cerrarte en aquel sitio o lugar donde sientes paz, y realizar, por ejemplo, esta preciosa meditación, que sanará sin duda tu alma.

Namasté.