«La espiral del lado oscuro, se interrumpe con la LUZ DIVINA»

Periódicamente durante la Historia de la Humanidad, siempre se han cometido los mas atroces crímenes, en base a una supuesta justificación, que permitía que alguien decidiera que su interés personal, fuera superior al de otra persona, dándole su convencimiento para quitarle la vida. Esto cual cadena explosiva, provocaba que los que recibían el daño, tuvieran la legitimidad moral de producir el mismo o superior daño al otro o sus familias.

Me entristece pensar en el desenlace que recibieron aquellos que se legitimaron para hacer el daño a otros; el elenco de nombres es interminable, su fin en esta dimensión fue un desenlace consecuencia de la realidad Karmica del Universo, que no finalizó con su desaparición de la faz de la tierra, sino que tuvo continuidad en la infinidad del tiempo, y que solo fueron conscientes de su realidad, cuando se separaron de su cuerpo humano.

Es evidente que los seres cotidianos que vamos a llevar a nuestros hijos al colegio, que van a la fábrica a diario a su trabajo y tienen la fortuna de poder realizar la compra necesaria para conseguir la supervivencia de su familia, reciben el impacto de cada noticia, amargando su existencia, con la impotencia de pensar que no pueden hacer nada por cambiarlo, y con el miedo de que no les afecte nunca a los suyos.

Más como muchos ya sabemos, todo esta conectado, y si que podemos hacer algo, para evitar que sigan las atrocidades. Son nuestros pensamientos que unidos en la meditación, visualizan a esos seres que están tomando decisiones, cambiando su actitud, hacía un perdón y entendimiento, ayudando a que entiendan el error que están cometiendo, «antes que la lanza que envían a su prójimo acabe alojada en su corazón», ya que lo que siembras es lo que recoges multiplicado.

Es por ello, que con esta velas encendidas, reflejo la Paz del Espíritu Divino, para que el corazón de aquel que dio la vida por todos nosotros, se engendré en el alma de aquellos que ahora estén en tinieblas, y vean la Luz Divina que le dará una posibilidad de futuro a todas las familias de este planeta, que son como la tuya y la mía. Amén.

«El que ama sale de su interior y se traslada al del amado en cuanto que quiere su bien y se entrega por conseguirlo, como si fuera para sí mismo». Santo Tomás de Aquino